viernes, 20 de febrero de 2009

A vueltas con las rimas


Aunque ya había oído hablar de él, descubrí a El Piezas una calurosa noche de verano. Mientras Andreu Buenafuente estaba de vacaciones, su ficticio sobrino Berto Romero le mantenía el sitio caliente en laSexta, preparado para cuando "el tito" qusiera volver (que fue bien entrado septiembre). Con el presentador sustituto llegó, al filo de aquella madrugada, un joven de Espinardo que hacía hip-hop. Nada más, y nada menos.

Lo típico: ropa ancha, una gorra, mente rápida, "achos" por doquier y un deje murciano que le delataría en cualquier parte del mundo. Había ganado la Red Bull Batalla de Gallos 2008 y estaba radiante. Por ello, Berto le retó y salió escaldado: El Piezas no tiene rival.

Desde entonces, y por cercanía geográfica, he seguido, a vista de pájaro, todo lo que acontecía en torno a El Piezas. Lo cierto es que no tengo especial aprecio al hip-hop cañí, pero me fascinaban (y me siguen fascinando) sus improvisaciones. Por eso, en cuanto me enteré de que visitaría la Fnac, no dudé en ir a verle. Aun a riesgo de llamar demasiado la atención entre decenas de chavales con camisetas dos tallas más grandes.

Viernes 13 era el día elegido. En tan fantasmagórica fecha, El Piezas mostraría a sus jóvenes fans cómo se hace hip-hop murcianizado y en directo.

Con un retraso de casi media hora, El Piezas aparecía en el pequeño escenario del Fórum de la Fnac de Nueva Condomina, junto a Jayder y a Soriano. "Dentelladas" retumbaba en toda la primera planta del centro comercial con un explícito lenguaje y con una personalidad aplastante. El Piezas parecía un imán allí arriba, con su camiseta blanca y su inseparable gorra.



El rapero de Espinardo estaba cansado y no lo ocultó. Había estado de fiesta la noche anterior y los cubatas le estaban pasando factura. No le importó. ¿Quién le iba a discutir? Si en dos segundos te hace una rima que te destroza de arriba a abajo... Jayder y Soriano le iban sustituyendo con soltura mientras tomaba aire. Se asfixiaba. "Por favor, que los de la ehnah pongan el aire acondicionao... pero la Fnac, no Ahnah, el presidente con bigote".



Participativo y cercano, El Piezas invitó a subir a dos aficionados que intentaron hacerle sombra. Ni por esas. No eran los mejores rivales, eso sí, ya que a uno de ellos ni siquiera se le entendía. Tras un amago de batalla de gallitos, El Piezas cortó. "Estoy cansao de batallas", apostilló.

Dejad que los raperos se acerquen a mí
Una vez hubo terminado el mini concierto, los fans se arremolinaron en torno a él. Había programada una firma de discos que parecía no acabar nunca. Decenas de chicos y chicas, cd's en mano, formaron un corro a su alrededor que hizo imposible siquiera volver a verle. Se desvaneció como cuando los ángeles caen.

Así, con El Piezas demasiado ocupado como para reparar en algo que no fuera el bolígrafo con el que firmaba discos de dos en dos, volví a recorrer la tienda, esta vez de dentro hacia fuera, mientras Dentelladas retumbaba, más fuerte que nunca, en mi cabeza.

Fotos del concierto, en nuestra galería. Vídeos, en LaBarraca TV.

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