sábado, 7 de marzo de 2009

En tiempos de crisis, la ocasión la pintan calva


Durante el pasado mes de febrero, la Avenida Alfonso X, compartiendo sitio con las esculturas de Manolo Valdés, acogió la vigesimo séptima Feria del Libro de Ocasión, una cita con solera que descubrí por sorpresa y decididí no perderme...

La encontré en una noche poco indicada, un sábado demasiado normal como para detenerme a ojear libros. Pero no dudé un segundo ir al día siguiente, más tranquilo y sobre todo, con algo de dinero para gastar. Sin embargo, no perdí la oportunidad de observar algunos ejemplares, entre los que descubrí a Edgar Allan Poe, Arthur Conan Doyle y varios comics guarretes. Y a precios irrisorios.

Bien es cierto que los libros que allí se podían encontrar estaban un tanto ajados y viejos. No todos, bien es cierto, pero se notaba a primera vista que no eran las últimas ediciones. En cualquier caso, lo que cada uno contenía en su interior era invariable y, en definitiva, lo que yo buscaba.

Así pues, recorrí con tiento los cuatro o cinco puestos, tocando y observando libros y más libros (de los que en su mayoría no había oído hablar nunca, lo que no habla muy bien de la calidad de estos). Y entre tanta paja, encontré tres joyitas. Dos de ellos los tenía apuntados en mente desde hacía tiempo y otro picó mi curiosidad. En total, diez euros.

Para el que no lo sepa, los libros de ocasión son los que se tiran años en los almacenes de las librerías sin ser vendidos y que, de una forma u otra, sus dueños tienen que darles salida. Y dicha salida suele ser a un precio reducido. Otros libros pueden tener desperfectos (portada doblada, picos sueltos...).

«Lo más raro que me han pedido son Los episodios nacionales de Miguel de Unamuno, algo imposible de conseguir, ya que los escribió Benito Pérez Galdós», afirmó Joaquín, de la librería Kim, a un periodista durante la feria el pasado mes. Espero que, al menos, el equivocado protagonista no fuese murciano... (Visto en 20minutos).

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