miércoles, 5 de noviembre de 2008

Tauromaquia en clave plástica

La Sala "La Cárcel" de Molina de Segura acogió durante el mes de octubre la exposición "La corrida (con perdón)" de Miguel Llamas

La obra del artista Miguel Llamas Yeste (Vélez-Rubio -Almería-, 1951) está ciertamente presente en la geografía murciana. Tal vez la pieza más conocida de este escultor sea el Monumento al Entierro de la Sardina, el cual podemos ver parcialmente sumergido en las aguas del Río Segura. Sin embargo, durante el mes de octubre (del 9 al 31) la Sala Municipal de Exposiciones "La Cárcel" de Molina de Segura ha acogido una exposición de obras de menor talla del mismo autor.

Por supuesto, menor formato no quiere decir menor plasticidad, ni menor fuerza expresiva. El título de la obra ("La corrida") ya es un claro indicativo temático: en esta ocasión Llamas explora el toreo, la fiesta nacional, la mitología hispana. Así, el artista modela a su antojo capotes, monteras y banderillas, si bien los protagonistas de la exposición son fundamentalmente dos: toro y torero.

Para los profanos escultóricos como yo resulta impactante comprobar cómo Llamas dota a materiales inertes como el hierro, el bronce, la madera o la piedra de una expresividad plástica y de un movimiento sin límites. Sus obras no se quedan en lo superficial, sino que ahondan en un tema tan candente en la actualidad como es la tauromaquia. Miedo, valor, virilidad, sensualidad e incluso humor se funden en un crisol de sentimientos. Quizás Llamas demuestre con su obra que se puede ser divertido y profundo al mismo tiempo.

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